Es rica en componentes activos provechosos para el cuerpo como los sapónidos, flavonoides y alcaloides, favoreciendo el flujo urinario y reduciendo la retención de líquidos.
Es una alternativa para mitigar problemas genitourinarios, como los ocasionados por cálculos renales, cistitis, infecciones urinarias, inflamaciones de la vejiga y de la próstata.
Además coadyuva en la formación de colágeno, fortalece las uñas y las mantiene libres de hongos y bacterias.
Por otra parte funciona como astringente, antihemorrágica y cicatrizante, por esto se acostumbra su aplicación externa en hemorragias nasales, sobre heridas, erupciones, urticarias y pruritos, con buenos resultados.
Infusión : llevar a ebullición 250 ml de agua, añadir una cucharada de cola de caballo seca y dejarla hervir a fuego lento durante 10 minutos. A continuación, se debe retirar del fuego, dejar que repose otros 10 minutos y colarla antes de servir.
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